Las "inoxidables" se estremecen encima del fuego, sudan la cebolla,pochan las patatas,sofrien las carrilleras...
Del silencio de las tarteras emanan los vapores en su primera fase, invitandonos a la serenidad.Serenidad que hay que tener para no apurar el guiso y dejar que esté en silencio durante el tiempo necesario.
Después de este prolongado silencio de las tarteras, surgirán exclamaciones como ¡¡ uhmm,que rico¡¡ o que soso , que crudo ,que crujiente...Y en un lapsus brevísimo , juzgarán a los "silencios de las tarteras"con comentarios la mayoria de las veces gratuitos e ignorantes de lo que se ha cocido en ellas; otros acertarán y otros llevados por la emoción , exagerarán su orgasmo.Todo es posible en este espacio tan breve del acto de comer. Las "inoxidables"volverán tambien en silencio a sus estanterias hasta el proximo guiso. ¡ Si las tarteras hablasen... ¡